¿Quién
era Felipe IV?
Felipe IV |
Felipe
IV, conocido como “El Grande” o “El Rey Planeta” fue un monarca español
de la dinastía de los Austrias que reinó desde el 31 de marzo de 1621 al 17 de
septiembre de 1665 (fecha de su fallecimiento). También fue rey de Portugal desde
31 de marzo de 1621 hasta diciembre de 1640.
Su
reinado fue de 44 años y 170 días, siendo el más largo de la dinastía de los
Austrias y el tercero de la historia de España, superado por los reinados de
Felipe V y Alfonso XVIII.
Nació
el 8 de Abril de 1605 en el Palacio Real de Valladolid, fue el tercer hijo y
primer varón de Felipe III y la archiduquesa Margarita de Austria. Fue bautizado
con el nombre de Felipe Domingo Víctor de la Cruz.
Don Gaspar de Guzmán y Pimentel. I Conde - Duque de Olivares. |
Durante
el reinado de Felipe IV, se derivaron muchas funciones a Don Gaspar de Guzmán,
el famoso Conde-Duque de Olivares y posteriormente al sobrino de este, Don Luis
Méndez de Haro (retomaremos a este personaje más tarde).
Fue
también durante este reinado cuando España perdió su hegemonía mundial, debido
a la guerra constante con los protestantes en toda Europa y la guerra entre
Francia y España. Debido a esto España tuvo que ceder su hegemonía a Francia
liderada por Luis XIV, “El rey Sol”. De
igual forma España tuvo que reconocer la independencia de Portugal y las
Provincias Unidas (estado formado por la siete provincias del norte de los
Países Bajos: Frisia, Groninga, Güeldres, Holanda, Overijssel, Utrecht y
Zelanda).
Pero
a pesar de esto España brilló en el aspecto cultural y vivió la etapa más
importante del denominado Siglo de Oro.
Felpe IV fomentó la actividad cultural de la corte y en 1623 nombró como pintor
de cámara a Diego Silva de Velázquez.
Autoretrato de Diego Silva de Velázquez, |
¿Qué importancia tenía Luis
Méndez de Haro para Adamuz?
Luis Méndez de Haro y Guzmán (Valladolid, 1598 - Madrid, 26 de
noviembre de 1661), fue el VI marqués del Carpio, I duque de
Montoro y II Conde-Duque
de Olivares. Fue general y figura
política española.
Era el hijo
de Diego López de Haro, marqués de El Carpio, y de Francisca de Guzmán, hermana
de Gaspar de Guzmán y Pimentel, Conde-Duque
de Olivares.
Hizo carrera en la corte española bajo la protección de su tío, I Conde-Duque
de Olivares, al que sucedió como valido del
rey Felipe IV cuando su tío fue expulsado en 1643, siendo desde 1648 su Caballerizo
mayor.
Nunca llegó a tener la misma influencia y control que su tío. Luis Méndez de
Haro fue el principal negociador español del Tratado de los Pirineos en la isla de los Faisanes en 1659. El tratado estaba
acompañado del matrimonio entre Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria.
Su éxito principal fue la victoria contra la insurrección de parte de
Cataluña y la recuperación de Barcelona en 1652. La Guerra de Restauración portuguesa, por el contrario, fue un completo fracaso.
Luis Méndez de Haro y Guzmán. VI Marqués del Carpio. |
Luis Méndez de Haro y Guzmán fue señor de Adamuz puesto que la villa
pertenecía en aquella época al Marquesado de El Carpio.
Visita
de Felipe IV a la Villa de Adamuz y el recibimiento que le hizo el Marqués de
El Carpio.
El rey Felipe IV visita Adamuz en Febrero de 1624.
El rey antes de visitar Adamuz visita El Carpio. Para llegar de El Carpio a
Adamuz, ya que en nuestra villa decidió pasar la noche, llego al Camino del Río
montado en un caballo junto a su séquito. Para cruzar el río se utilizaba una
barca pero para la real visita el Marqués de El Carpio ordenó construir una
pequeña galera muy fuerte y segura y acabada en oro y pintura de colores. En la
popa se dispuso un toldo de fieltro de damasco carmesí con acabados dorados. Se
contrataron a 6 remeros vestidos del mismo color carmesí del toldo de la
galera. Aunque el Conde – Duque de Olivares prefirió que el rey no pasara en
esa barca y pasó por la barca ordinaria.
Mientras Felipe IV cruzaba el río pudo contemplar el sistema de riego que
se utilizaban para regar aquella ribera, huertas de frutales, moreras, etc… Su
Majestad se alegró tanto de verlas como los hizo su abuelo Felipe II.
Felipe IV,
el señor Infante, el Conde - Duque de
Olivares, el Don Luis Méndez de Haro y el resto
de la comitiva llegaron a Adamuz antes del anochecer de aquella jornada
y se dirigieron a la casa que le iba a servir de aposento al rey y sus
acompañantes. Esta casa no fue otra que la de Los Lara – Ayllón (actual
biblioteca y oficina de turismo). Los señores y dueños de esta casa se portaron
tan bien con el monarca que este les otorgó la fórmula del patronato real. Este
derecho facultaba a la familia para poder usar el escudo de armas de la
Dinastía de los Austrias, este escudo aún se puede observar actualmente encima
del balcón de la fachada. Este escudo consta de un águila bicéfala tocada con
la Corona Real.
Escudo de los Austrias en la casa de Los Lara - Ayllón. |
En
dicha casa fueron recibidos con viandas y abundantes regalos.
Fachada actual de la casa de Los Lara - Ayllón |
El
miércoles por la mañana el rey se levantó a las cinco de la mañana y puesto que
era miércoles de ceniza quiso recibir la ceniza.
Volvió
a la posada donde se alojaba y donde se encontraban preparadas tres mulas. Se subió
el rey en una de ellas, el Señor Infante y el Conde – Duque de Olivares en las
dos restantes. El Marqués de El Carpio, Don Luis Méndez de Haro usó dos
rocines.
Los
nobles y el rey partieron hacia Baldeja donde le estaban esperando 50 monteros
vestidos de verde, con escopetas al hombro, en dos hileras y 30 batidores con
20 perros de caza. Tocó el trompeta que los acompañaban e hicieron el saluda y
el recibimiento a su Majestad, disparando todos al mismo tiempo sin quitar las
escopetas de sus hombros. En esta comitiva de monteros se encontraba Antonio
Fernández Madueño, capitán de la compañía de los Reales Alcazares de la
Inquisición de Córdoba, que era vasallo del Marqués y fue nombrado montero
mayor para tal ocasión y que en hombre de su escuadra llego a besar la mano del
rey.
Retrato de Felipe IV de cazador. |
Su
majestad lideró la comitiva de la cacería hasta que llegaron al cerro que llamaban el Tamujoso y fue aquí
donde el rey se dirigió a todos sus acompañantes.
En
este lugar los monteros y batidores comenzaron a dividirse por el monte y el
rey y el resto de nobles que lo acompañaban se colocaron en su posición para
cazar. Soltaron a los perros y otros dos sabuesos que traía en rey. Primero salieron
tres lobos, a uno le tiró el Señor Infante y lo mató, otro lo mató el Marques
de El Carpio y el tercero se escapó porque su Majestad no quiso dispararle. Salió
más tarde un jabalí al que el rey abatió.
Desde
este monte se dirigió su Majestad a Los
Conventos donde comió pescado junto a los monteros, señores de Cámara y los
religiosos del lugar.
Por
la tarde volvió el rey a Adamuz por el monte llamado de las Maravillas, donde
le salieron muchos jabalíes. También se levantó mucho aire pero su Majestad no
quiso pararse porque estaba cansado y quería llegar pronto a la casa donde se
hospedaba.
El
Jueves por la mañana el monarca escuchó misa en la Iglesia Mayor de Adamuz,
cuando acabó se subió en su caballo y tomó el camino de Córdoba acompañado de
todos los monteros, hasta salir de estas tierras.
El
Marqués de El Carpio con motivo de la visita de su Majestad Felipe IV a sus
villas de El Carpio y Adamuz le regaló al monarca un curioso ajedrez valorado
en 3000 escudos, organizó unas costosas
fiestas de cañas, acompañado de los mayores nobles de Córdoba, que salieron en
seis cuadrillas, de a cuatro por cuadrilla, galanes y curiosamente aderezados, hermosos caballos,
costosas libreas, vistosos colores, ingeniosas cifras, galanas empresas y
maravillosos poemas.
Fuentes:
Martín-Fontecha Amil, A.J. “Relación
de recibimiento, hospedaje y fiestas que el Marqués Del Carpio, Gentilhombre de
la Camara de su Magestad Hizo al Rey D. Phillippe IV en su estado y villas del
Carpio y Adamuz (Febrero 1624).
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