Hoy queremos dedicar un artículo a nuestra
vecina Algallarín, una Entidad Local Autónoma que por motivos
que descubriremos después, pertenece al término de Adamuz, aunque no siempre
fue así.
La ocupación por la zona de
Algallarín data del Paleolítico Medio pero dentro de su larga historia podríamos destacar el
Periodo Musulman. Hacia los años 929-1031, durante el Califato de
Abderraman III, parece ser que Algallarín pudo ser uno de los Husum que
había repartidos por todo Al Andalus, perteneciente en este caso al
distrito de Alcocer (ciudad cercana al El Carpio). Estos Husum podemos
calificarlos, según algunos historiadores, como una especie de
asentamientos militares o fortalezas para hacer frente a los ataques del ejército
cristiano. De ahí, que el nombre de Algallarín sea de etimología árabe, deribado de
Al-Quasir, traduciéndose como fortaleza.
Ya en 1236, con la reconquista cristiana,
esta zona fue conquistada por el Capitán Don Tello, y en 1250 el Obispo
de Córdoba la incluye en una relación de parroquias rurales.
La desaparición como población independiente
parece que se debió a la ocupación por parte de la familia de los
Mari Cabrera, encargándose de la gestión de los asuntos económicos y políticos de la
población de Adamuz. Para ellos era de vital importancia que esta villa
ocupase un puesto de relevancia económica y social, con su consiguiente
aumento de población por lo que su interés era hacerse con tierras ricas
como las de Algallarín, suponiendo así su desaparición y quedando como
aldea y bajo jurisdicción de Adamuz. En 1923 muere el último
usufructario de Algallarín, Francisco Asís de la Cuadra. En ese momento
pasará a ser propiedad de la Fundación de Asilo Hospital del Niño Jesús de Madrid.
Posteriormente esta Fundación pasó a la Beneficencia General del
Estado por Decreto de 26 de enero de 1951.
En 1952 la Dirección General a
través del Instituto Nacional de Colonización determinó que se asentasen
138 colonos. Destacar, como dato curioso, que para ello había que cumplir las
siguientes condiciones:
- Ser vecino de Adamuz o Pedro Abad.
- Acreditar una práctica agrícola reciente de
dos años por lo menos, preferible en un tipo de explotación análogo al de la
futura unidad de cultivo.
- Ser mayor de 23 años, licenciado del ejército o
exento de servicio militar y menor de 50 años.
- Acreditar dotes de moralidad y conducta aceptables.
En la Revista de Actividades de Adamuz de
1956 podemos leer que ya era una realidad la parcelación de la finca de “Algallarín” en el que nos
habla de 93 colonos asentados ya en ese mismo año. Nos habla de
la “construcción
de un magnífico poblado de amplias y cómodas
viviendas, dotadas de los servicios propios de una casa de labor, con Iglesia
de estilo moderno, Ayuntamiento, Casa de Correos, Dispensario Médico, Casa Parroquial
y Grupo Escolar… una vivienda amplia, cómoda, moderna y
alegre; se le facilitan útiles, enseres y ganado de labor…asesorados por
técnicos expertos en la agricultura…servicios de telecomunicación”.
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Foto de la Revista de Actividades de Adamuz de 1956, cedida por Baltasar Jimenez Obrero |
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Foto de la Revista de Actividades de Adamuz de 1956, cedida por Baltasar Jimenez Obrero
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Un proyecto de construcción que se
distribuyó de forma radical en torno a la plaza circular ajardinada, en cuyo
alrededor se repartían cine, mercado, Ayuntamiento, casa parroquial, casa
de la juventud y su imponente Iglesia parroquial de San Felipe y Santiago con
pinturas murales del artista cordobés Antonio Povedano.
Y aunque ha ido creciendo con nuevas
construcciones, la parte central de la población sigue
conservando ese aspecto original muy bien definido al que acompañado con sus
blancas casas hace de Algallarín un pueblo muy acogedor y con encanto.
Fuentes:
- “Historia
de Algallarín”, Pedro Antonio Cuadrado Sánchez. Ediciones y Publicaciones
Diputación de Córdoba, 2011.
- “Revista
de Actividades de Adamuz” de 1956. Ayuntamiento de Adamuz.