lunes, 14 de marzo de 2016

ALGALLARÍN, UNA PARTE DE ADAMUZ

 Hoy queremos dedicar un artículo a nuestra vecina Algallarín, una Entidad Local Autónoma que por motivos que descubriremos después, pertenece al término de Adamuz, aunque no siempre fue así.

La ocupación por la zona de Algallarín data del Paleolítico Medio pero  dentro de su larga historia podríamos destacar el Periodo Musulman. Hacia los años 929-1031, durante el Califato de Abderraman III, parece ser que Algallarín pudo ser uno de los Husum que había repartidos por todo Al Andalus, perteneciente en este caso al distrito de Alcocer (ciudad cercana al El Carpio). Estos Husum podemos calificarlos, según algunos historiadores, como una especie de asentamientos militares o fortalezas para hacer frente a los ataques del ejército cristiano. De ahí, que el nombre de Algallarín sea de etimología árabe, deribado de Al-Quasir, traduciéndose como fortaleza.

Ya en 1236, con la reconquista cristiana, esta zona fue conquistada por el Capitán Don Tello, y en 1250 el Obispo de Córdoba la incluye en una relación de parroquias rurales.
La desaparición como población independiente parece que se debió a la ocupación por parte de la familia de los Mari Cabrera, encargándose de la gestión de los asuntos económicos y políticos de la población de Adamuz. Para ellos era de vital importancia que esta villa ocupase un puesto de relevancia económica y social, con su consiguiente aumento de población por lo que su interés era hacerse con tierras ricas como las de Algallarín, suponiendo así su desaparición y quedando como aldea y bajo jurisdicción de Adamuz. En 1923 muere el último usufructario de Algallarín, Francisco Asís de la Cuadra. En ese momento pasará a ser propiedad de la Fundación de Asilo Hospital del Niño Jesús de Madrid. Posteriormente esta Fundación pasó a la Beneficencia General del Estado por Decreto de 26 de enero de 1951.

En 1952 la Dirección General a través del Instituto Nacional de Colonización determinó que se asentasen 138 colonos. Destacar, como dato curioso, que para ello había que cumplir las siguientes condiciones:
  • Ser vecino de Adamuz o Pedro Abad.
  • Acreditar una práctica agrícola reciente de dos años por lo menos, preferible en un tipo de explotación análogo al de la futura unidad de cultivo.
  • Ser mayor de 23 años, licenciado del ejército o exento de servicio militar y menor de 50 años.
  • Acreditar dotes de moralidad y conducta aceptables.

En la Revista de Actividades de Adamuz de 1956 podemos leer que ya era una realidad la parcelación de la finca de “Algallarín” en el que nos habla de 93 colonos asentados ya en ese mismo año. Nos habla de la “construcción de un magnífico poblado de amplias y cómodas viviendas, dotadas de los servicios propios de una casa de labor, con Iglesia de estilo moderno, Ayuntamiento, Casa de Correos, Dispensario Médico, Casa Parroquial y Grupo Escolar… una vivienda amplia, cómoda, moderna y alegre; se le facilitan útiles, enseres y ganado de labor…asesorados por técnicos expertos en la agricultura…servicios de telecomunicación”.

Foto de la Revista de Actividades de Adamuz de 1956, cedida por Baltasar Jimenez Obrero

Foto de la Revista de Actividades de Adamuz de 1956, cedida por Baltasar Jimenez Obrero

Un proyecto de construcción que se distribuyó de forma radical en torno a la plaza circular ajardinada, en cuyo alrededor se repartían cine, mercado, Ayuntamiento, casa parroquial, casa de la juventud y su imponente Iglesia parroquial de San Felipe y Santiago con pinturas murales del artista cordobés Antonio Povedano.
Y aunque ha ido creciendo con nuevas construcciones, la parte central de la población sigue conservando ese aspecto original muy bien definido al que acompañado con sus blancas casas hace de Algallarín un pueblo muy acogedor y con encanto.

Fuentes:
  • “Historia de Algallarín”, Pedro Antonio Cuadrado Sánchez. Ediciones y Publicaciones Diputación de Córdoba, 2011.
  • “Revista de Actividades de Adamuz” de 1956. Ayuntamiento de Adamuz.




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