lunes, 7 de abril de 2014

Canciones Romances cantadas por trovador en las calles de Adamuz.I


 “El Secreto de María”

Presten atención señores,
qué le vamos a contar,
el caso más admirable,
que hay en la humanidad.

De una joven y su madre,
que vivían desalojadas,
porque el padre siempre estaba,
por los mares alejado.

Era capitán de un barco,
dedicado al bacalao,
y echaba largos viajes,
por los mares alejado.

Su esposa le conservaba,
su juventud y belleza,
un matrimonio muy rico,
que por ella se interesa.

A fuerzas de muchos golpes,
las piedras son y se quebrantan,
y esta mujer con el tiempo,
se entero que en cinta estaba.

El honor y la vergüenza,
despertó en su corazón,
y a su hija santa y buena,
todo el caso le conto.

Y con lagrimas le dice,
yo me voy a ir de aquí,
no quiero que mi vergüenza,
caiga en tu padre y en ti.

Y la hija le responde,
de mi lado no tiras,
que Dios como poderoso,
todo lo puede arreglar.

Así fue pasando el tiempo,
veinticinco de noviembre,
tuvo un niño tan hermoso,
que daba gozo de verle.

Ya pasaba varios días,
de que el niño había nacido,
recibieron la noticia,
que llegaba su marido.

A recibir la noticia,
esta madre con dolor,
con su hijo en los brazos,
quiso arrojarse al balcón.

Y la hija le contesta,
yo diré que el niño es mío,
tú salvaras tu honor,
yo cuidare de tu hijo.

Llegaba el padre y mira al niño,
en los brazos de la hija,
y al enterarse la echo,
como una cosa maldita.

Marcharte hija maldita,
que me has echado un borrón,
con que dolor pediría,
leche para alimentarlo.

Así fue pasando el tiempo,
de sufrimiento y dolor,
y en la mitad del camino,
desmallada se cayó.

A esto que pasaba un coche,
y a los dos fue y los subió,
y al hospital general,
a las dos me los metió.

Al niño lo alimentaba,
por obra de caridad,
y de enfermera trabajaba,
en aquel mismo hospital.

Así fue pasando el tiempo,
y un día por la mañana,
entraron a una señora,
enferma de gravedad,
que salvarla no contaban.

Pero al verla la enfermera,
un grito al cielo exclamo,
y la abrazaba diciendo,
hijo de mi corazón.

Dime donde esta mi hijo,
la hija se lo entrego,
y cuando lo había besado,
le entrego su alma a Dios.

El padre estaba delante,
el novio y varios amigos,
viendo el caso de dolor,
y de amor enternecido.

Le dice al novio a su padre,
yo me casare con ella,
que por salvar a la madre,
ha pasado por mala ella.

Nos llevamos al niño,
y en nuestra casa se cría,
y diremos que es el hijo,
del secreto de María.




Canciones facilitadas por:
Dª. Josefa Amil Aguilar.



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