La frase Adamuz tierra
colorada de los fenicios es una de esas expresiones muy arraigadas en los
adamuceños y adamuceñas, incluso había un cartel que daba la bienvenida a Adamuz con dicha frase.
Cartel que daba la bienvenida a Adamuz |
Pero ¿por mucho que
un dicho esté enraizado en un lugar lo convierte en verdad?, en realidad lo que
sí que está confirmado es que Adamuz es tierra colorada, pero ¿de los fenicios,
es cierto que estuvieron por nuestras tierras?
A lo largo del siguiente artículo
vamos a intentar responder a estas preguntas.
En primer lugar vamos a explicar “grosso modo” la civilización
fenicia:
Fenicia es el nombre de una antigua región
del cercano oriente, cuna de la civilización fenicio-púnica, que se extendía a
lo largo del Levante mediterráneo, en la costa oriental del mar Mediterráneo.
Su territorio abarcaba desde la desembocadura del río Orontes al norte, hasta
la bahía de Haifa al sur, comprendiendo áreas de los actuales Israel, Siria,
Líbano y Palestina, una región denominada antiguamente Canaán, con cuya
denominación se engloba muy a menudo en las fuentes.
El suelo de Fenicia,
montañoso y poco apto para la agricultura, orientó a sus habitantes hacia las
actividades marítimas. Los fenicios utilizaron la navegación de cabotaje porque
era mejor que las vías terrestres para el contacto entre las ciudades.
Fenicia, por su situación
geográfica, estaba destinada a ser una rica encrucijada comercial, codiciada
por los grandes imperios vecinos.
EL
PUEBLO FENICIO
La cultura fenicia es una
civilización antigua que no dejó firmes huellas físicas de su existencia.
Agricultura
y explotación forestal
Si bien la geografía de la
región era accidentada, los fenicios aprovecharon al máximo las posibilidades
del suelo para la explotación agrícola y cultivaron hasta en las laderas de las
montañas. Sus bosques de cedros del Líbano les permitían la explotación de
madera.
Vino
fenicio
Los fenicios fueron uno de los primeros
pueblos antiguos en tener un importante efecto sobre la historia del vino. A
través del contacto y el comercio difundieron su conocimiento de la viticultura
y la producción de vino y propagaron varias variedades antiguas de vid.
Introdujeron o animaron la expansión de la viticultura y la producción de vino
en varios países que siguen elaborando variedades aptas para el mercado
internacional, como el Líbano, Argelia, Túnez, Egipto, Grecia, Italia, España o
Portugal.
Colonización
fenicia
Durante sus largos viajes
debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Con el tiempo, esas
escalas fueron transformándose en establecimientos permanentes que permitieran
el almacenamiento y el comercio estable con los pueblos indígenas, que la
historiografía denomina factorías o colonias, de forma similar a las colonias
griegas. La colonización fenicia fue un
fenómeno comercial y poblador localizado en puertos de fácil defensa,
penínsulas o islas cercanas a la costa, sin conquistas territoriales en el
interior.
Representación de barcos y puerto fenicio |
Las colonias fenicias se
esparcieron prácticamente por toda la ribera sur mediterránea y sus islas:
desde Gadir, más allá del estrecho de Gibraltar, en el entorno del mítico reino
de Tartessos y puerta de las rutas del océano Atlántico, hacia el norte
—Europa— y el sur —África—, hasta las costas de Asia y el mar Negro.
Los fenicios fueron el primero de los
pueblos colonizadores históricos de la península ibérica. Los restos
arqueológicos más antiguos descubiertos hasta la actualidad proceden de Malaka
(Málaga) y Gadir (Cádiz), aunque establecieron colonias también en el mediterráneo
peninsular en Toscanos (Vélez-Málaga), Sexi (Almuñécar), Abdera (Adra), Cerro
del Prado, Chorreras, Villaricos, Mazarrón, Guardamar de Segura; y en el área
atlántica peninsular en Onuba (Huelva), Chiclana de la frontera, (Cádiz), Abul
(Alcacer do Sal) y probablemente en Olissipo (Lisboa) y en otras escalas en la
ruta comercial, que siendo de origen prehistórico llegaba hasta Galicia e
incluso las Islas Británicas al norte y a las Islas Canarias en el sur.
El pueblo fenicio
contribuyó a crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas
y más aún entre las formas artísticas del mundo antiguo, por imitación, fusión
y difusión de ellas, aunque no se le considere como original creador de una
gran cultura propia.
La cultura fenicia fue muy
importante en su época pero, desgraciadamente, han quedado pocas huellas de su
historia. Conocemos de su existencia, sobre todo, a través de los textos de
otros pueblos que entraron en contacto con ellos, en particular los asirios,
babilonios y, más tarde, los griegos. Se estudia principalmente en las ruinas
de las ciudades que fueron colonias de Sidón o Tiro, como las de Cerdeña y
Andalucía y, sobre todo, en las establecidas en la isla de Chipre.
LOS
FENICIOS EN ESPAÑA
Los
fenicios llegaron a las costas mediterráneas a comienzos del I milenio a.C,
introduciendo una serie de materiales
muy diversos: cerámicas, marfiles, vidrios, bronces, tejidos…, además de
técnicas hasta entonces desconocidas como son con el torno de alfarero, la metalurgia
del hierro o un nuevo diseño arquitectónico con viviendas que muestran esquinas
en ángulo recto.
Además
los fenicios cultivaron el olivo y se convirtieron en difusores por la cuenca
del Mediterráneo y en exportadores de ungüentos y aceites
Los fenicios en la Península Ibérica |
¿Adamuz
tierra colorada de los fenicios?
Esta expresión se hizo famosa
en el siglo XIX cuando el historiador cordobés Luis María de las Casas Deza
afirmó que el nombre de Adamuz provenía del hebreo (los fenicios trajeron a la
Península Ibérica un dialecto del hebreo) “adamotz”,
cosa que interpretó como tierra colorada. Esta afirmación fue desmontada por
Pascual Madoz que en su “Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar” cita
textualmente: El señor de las Casas –
Deza en su preciosa “Corografía histórico-estadística de la prov. Y ob. De
Córdoba”, dice, refiriéndose á Pablo Céspedes, que el nombre de esta v. viene
de la palabra hebrea adamotz, la cual se interpreta tierra colorada, y conviene
exactamente á su suelo. El idioma que trajeron los fenicios á España, era un
dialecto del hebreo, y por solo este indicio remonta aquel distinguido joven la
antigüedad de Adamuz, hasta época tan lejana, suponiendo que los fenicios la
fundaron ó habitaron. Pero como este nombre no aparece mencionado por ningún
historiador ni geógrafo alguno de la antigüedad, ni consta después de gana el
país á los árabes […], sentimos no poder estar de acuerdo en cuanto al origen
de este pueblo con nuestro apreciable amigo el Sr. Ramirez de las Casas-Deza.
Entonces
¿a cuál de los dos historiadores le debemos de hacer caso? Nosotros nos
declinamos a apostar por la teoría de Pascual Madoz, ya que no se han
encontrado ni vestigios arqueológicos, ni documentales que afirmen que Adamuz
fue tierra de fenicios.
Si
bien es cierto que Adamuz es tierra colorada, pero no de los fenicios sino de
molinaza. Las afloraciones de esta arenisca roja alrededor de Adamuz y la
utilización de la misma en la construcción de sus monumentos, edificios y casas
señoriales tiñen de rojo el paisaje de Adamuz.
Pero no sería de recibo decir que los fenicios
no estuvieron por tierras cordobesas, de hecho estuvieron cerca de Adamuz, concretamente
en Córdoba y Montoro.
La
mayoría de las investigaciones se han centrado en la baja Andalucía, pero
afortunadamente en los últimos tiempos se está dando esta circunstancia en la
Alta Andalucía, aun así hay muy pocos trabajos sobre esta civilización es esta
zona.
Córdoba por encontrarse
junto al río Comercial tenía un importante tráfico comercial, debido a que el río
Guadalquivir era Navegable hasta esta ciudad, además a esto se le une que
Córdoba poseía y una próspera agricultura y una abundante minería. Además la
distancia entre Córdoba y Sevilla y la desembocadura del río era prácticamente
la misma, esto hacía que el transporte de mercancías fuese más sencillo. A todo
esto se le suma que Córdoba se situaba en un montículo que le permitía una
defensa fácil.
Existen dos teorías para la fundación
de Córdoba:
1.
La
ciudad fue fundada por los Íberos en la Colina de los Quemados, los que en la
actualidad corresponden a la Ciudad de los Niños, se han encontrados restos de
esta civilización es esta zona. Esta es la teoría más precisa ya que cuando
llegaron los romanos lo que encontraron fue la población íbera.
2.
La
segunda teoría afirma que Córdoba fue fundada por la colonizaciones
Fenopunicas, es decir, por los fenicios y griegos, atraídos por la riqueza
mineral y la fertilidad de las tierras. Lo más seguro es que esto pueblos
convivieran con la población indígena.
Algunos afirman también
que la palabra Córdoba tiene raíces fenicias y que significaría algo así como
ciudad buena o altura próxima al río. Se han encontrado restos de esta civilización en la ciudad.
Montoro
antaño llamada Epora, fue visitada por fenicios, griegos y romanos, que fueron
la que le dan mayor esplendor.
Los
fenicios en los siglos VII y VI a.C impone su cerámica a torno y pintadas con
barniz rojo, es de este periodo el fragmento de peine de marfil con una sola
hilera de púas encontrado en el Llanete de los Moros de Montoro.
En este
yacimiento se han encontrado, además de los únicos restos de hierro conocidos
en esa zona dos fragmentos amorfos, una serie de materiales que, en términos
generales, cabe datar entre los años finales del siglo VII y comienzos del VI
a. C. con formas como cuencos pintados, platos de engobe rojo, soportes en
forma de anillo y ánforas. Además el asentamiento humano se mantuvo en Montoro
hasta después de la caída de los Tartessos. En el mismo lugar donde se
encontraron el peine también se encontraron cinco fragmentos de recipientes
hechos con la técnica de núcleo de arena.
Es
muy probable que la influencia griega se dejara notar en el Montoro prerromano.
También se han encontrado
restos fenicios en el Castellar de Cañete de las Torres donde recuperaron
fragmentos de ánforas, lebrillos con asas de espuertas y vasos pithoides, todos ellos correspondientes a los siglos
VII-VI a. C.
Otros
restos fenicios encontrados en la provincia de Córdoba: La Saetilla, Cerro del
Castillo de Carcabuey, Alcurrucén en Pedro Abad, Ategua,
Montilla, Cerro Cebero, Torre Alta,
Cerro de la Horca, Hacho de Benamejí, Priego de Córdoba, Los Carramolos, Almanzora,
Arroyo Cotrilla, El Villar, La Estrella, Hinojosa del Duque, Llerena,
Pozoblanco y El Laderón.
En
conclusión ¿podríamos decir que Adamuz
fue tierra colorada de los fenicios? En principio no, porque no se tiene
constancia de restos arqueológicos encontrados sobre esta civilización en
nuestro pueblo, aun así si es tierra colorada debido a la piedra de molinaza,
como ya hemos expuesto anteriormente.
FUENTES:
·
https://www.montoro.es/turismo/breve_resena_historica
·
PASCUAL
MADOZ : “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus
posesiones de Ultramar”
·
RAMIREZ
DE LAS CASAS – DEZA: “Corografía histórico-estadística de la provincia. y obispado
de Córdoba”,
·
JUAN
ANTONIO MARTÍN RUIZ: “Importaciones
fenicias en la provincia de Córdoba durante el período Orientalizante”.